lunes, septiembre 12, 2016

Así será el ‘avio-tren’



Imagine que para viajar en avión acude a una estación ferroviaria, se sienta dentro de una cápsula que lo llevará en tren hasta el aeropuerto y realizará un vuelo hasta otra ciudad, donde esa misma cápsula se posará sobre un vagón ferroviario que le llevará a su destino definitivo. ¡Todo ello sin levantarse de su asiento!

Esto será posible dentro de unos años gracias a un innovador e ingenioso concepto tecnológico que podría revolucionar el transporte aéreo, volviéndolo más flexible y eficiente, a la vez que consume menos energía, desarrollado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana, EPFL (www.epfl.ch) en Suiza. De trata de un avión modular para pasajeros y cargas que consiste en tres cápsulas que pueden acoplarse debajo de una aeronave plana, pero también instalarse sobre vagones ferroviarios, permitiendo pasar de un medio de transporte a otro y viajar sin realizar transbordos.

El Proyecto Clip-Air (http://clipair.epfl.ch) visualiza una aeronave futurista que consta de un “ala” o “ala voladora” y que consiste en una estructura principal de una sola pieza, con aspecto de ala delta, que aloja el sistema de propulsión y a la cual se acoplan las cápsulas.

Tiene una apariencia similar a la de un avión de combate sin fuselaje y debajo de este “ala” se pueden acoplar unas cápsulas o módulos, que llevan pasajeros, combustible o mercancías, y que también pueden acoplarse a las vías del tren.

Tres cápsulas a la vez
Esta revolucionaria aeronave, que el EPFL comenzó a desarrollar en 2009 y cuyo diseño y maquetas fueron presentados en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París-Le Bourget, puede llevar una, dos o tres cápsulas acopladas, según se requiera, informan sus desarrolladores.

Aunque es un proyecto futurista, los científicos que trabajan en el Clip-Air mantienen unas restricciones rigurosas para garantizar su viabilidad técnica, según Claudio Leonardi, director de esta iniciativa del EPFL suizo, quien asegura→ → que uno de sus objetivos “es dotar al transporte aéreo de la flexibilidad del ferroviario”.

“Por un lado, el Clip-Air estará compuesto por la estructura voladora de soporte o ‘ala’, que lleva tres motores, la cabina de los tripulantes, el depósito de combustible y el tren de aterrizaje, y por otra parte estará la carga, que será transportada en las cápsulas para pasajeros y/o mercancías”, afirma Leonardi.

Por lo tanto, la cápsula sería el equivalente al fuselaje de un aeroplano convencional, aunque sin algunos de sus atributos habituales, y el “ala voladora” tendría la capacidad de acomodar hasta tres cápsulas, cada una con una capacidad de 150 pasajeros, de acuerdo al director del proyecto.
Además de mejorar la tasa de ocupación de las aeronaves y reducir la posibilidad de que haya vuelos vacíos, esta modalidad de transporte podría abaratar los costos de mantenimiento y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, ya que un Clip-Air puede transportar la misma cantidad de pasajeros que tres aviones A320 con la mitad de motores. En otras palabras, realizar un vuelo de 4.000 kilómetros con tres módulos acoplados sería más barato en términos de consumo de combustible que hacerlo con tres aviones con la misma capacidad de carga volando cada uno por su lado a la misma velocidad y altitud.

El ahorro podría ser aún mayor dependiendo del tipo de combustible, ya que además de los carburantes convencionales se estudian otras opciones para propulsar esta aeronave modular, como el hidrógeno líquido y los biocombustibles, según el EPFL.

Del aeropuerto a la estación
El Clip-Air puede operar en los aeropuertos tal cual están concebidos actualmente, y las medidas de los vagones de tren que transportan sus cápsulas (alrededor de 30 metros de largo y 30 toneladas de peso) están pensadas para ser compatibles con las actuales vías ferroviarias, de acuerdo al instituto de Lausana.

Además, el embarque, tanto de mercancías como de pasajeros a bordo de las cápsulas, puede efectuarse tanto en un aeropuerto como en una estación ferroviaria o un centro de producción, lo cual puede revolucionar los sistemas de transportes, según el EPFL.

“Los técnicos están desarrollando y probando diversos prototipos de ‘ala voladora’ a escala y de miniturbinas, además de realizar simulaciones aerodinámicas para ver el comportamiento de la aeronave, en cuyo desarrollo se están aplicando tecnologías ya existentes”, de acuerdo a Leonardi.
En los aeropuertos, estas cápsulas similares a fuselajes —y dotadas de ventanillas si llevan pasajeros— serán transportadas por unas gigantescas carretillas motorizadas hasta situarlas en su posición y después serán elevadas hasta quedar acopladas a la estructura propulsora, cuyos trenes de aterrizaje se encontrarán a los costados, quedando las cápsulas entre ellos.

La aeronave realizará su vuelo con las cápsulas acopladas en su parte inferior, las cuales, tras su aterrizaje, serán recogidas por carretillas motorizadas y trasladadas a otro lugar, para volar a otro destino, o a unos vagones ferroviarios, que las transportarán a un lugar diferente.

Las cápsulas o módulos pueden ser una, dos o tres, y combinarse de distintas formas, por ejemplo dos de carga y una de pasajeros, o bien a la inversa, según informa el EPFL.

Nuevo concepto
Consultado por EFE sobre cuándo podrían comenzar a operar las primeras unidades Clip-Air, el investigador Claudio Leonardi, director de este programa, prevé que la aeronave con tres cápsulas no estará lista antes del 2060.

“Vamos a comenzar con aeronaves más pequeñas, tales como aviones privados o para negocios, y la experiencia y el ‘saber hacer’ que obtengamos con el desarrollo de estos aparatos, nos servirá de base para desarrollar otros más grandes”, adelanta.

Leonardi asegura que con una sola 'ala portadora' “pueden configurarse diez aeronaves diferentes, variando los tipos de cápsulas”, mientras que las distintas configuraciones “permitirán hacer frente a distintos tipos de demandas aéreas con la misma aeronave y motores y, además, posibilitarán que las aerolíneas reduzcan sus flotas de aviones”.

Respecto de la seguridad, Leonardi y su equipo prevén, en el caso de que se produzcan problemas graves a una altitud de crucero, que las cápsulas “sean eyectadas del 'ala portadora' y se depositen de forma automáticas en un sitio más seguro de la zona que sobrevuelan en ese momento, mediante un sistema especial de paracaídas”.

“Las cápsulas de pasajeros estarán radicalmente separadas de la cabina de la tripulación y no llevarán combustible, lo cual reforzará su seguridad”, dice este investigador a EFE, recalcando que en el EPFL no están construyendo simplemente una aeronave, sino explorando un concepto de transporte modular totalmente nuevo.

Los ingenieros y técnicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han diseñado una aeronave que consta de un “ala voladora”, debajo de la cual se acoplan unas cápsulas o módulos que pueden llevar en su interior pasajeros, combustible o mercancías, y que pueden acoplarse a vagones de tren.




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