La palabra inglesa “drones” se refiere a aviones teledirigidos, los mismos que Estados Unidos emplea para asesinar a presuntos terroristas en Afganistán, Pakistán, Somalia y Yemen.Pero con estos aviones y helicópteros autónomos se pueden trazar mapas, inspeccionar el fondo marino, medir la temperatura o los niveles de contaminación, monitorear fenómenos climáticos y vigilar zonas de alto riesgo o sitios arqueológicos.
“La tecnología está surgiendo, apenas se dan las primeras aplicaciones. La misma sociedad ha aprendido a aceptar los drones más allá de los usos militares, pues se han visto sus diferentes usos. Sólo es cuestión de tiempo” para que adquieran mayor desarrollo, dijo a Tierramérica el mexicano Jordi Muñoz, fundador de la empresa 3D Robotics, pionera en la fabricación de esos artefactos en México.
La empresa empezó a producir con 500 dólares aportados por el físico estadounidense Chris Anderson en 2007.
Anderson creó en 2007 el blog DIY (siglas inglesas de “hazlo tú mismo”) Drones, un foro para que aficionados intercambiaran experiencias, códigos electrónicos y mapas de componentes.
“Empecé a poner videos, escribir códigos, documentaba y publicaba lo que hacía”, relató Muñoz, cuyo trabajo captó la atención de Anderson, ahora socio de 3D Robotics.
Los diseños se hacen en la ciudad de San Diego, sudoeste de Estados Unidos, y el ensamblaje en Tijuana, norte de México. Recibe entre 100 y 150 pedidos diarios de clientes en Estados Unidos, Brasil, Gran Bretaña, Australia, Alemania, Israel y Japón.
3D Robotics emplea a 60 personas y aspira a cerrar el año con 100. Desde 2009, ha vendido unos diez millones de dólares y captó cinco millones de tres fondos que financian empresas tecnológicas.
Un drone consta de un procesador rápido, una batería, un receptor del sistema de posicionamiento global (GPS), una brújula y sensores, como un acelerómetro y un giróscopo. Un avión puede volar por tres horas y un helicóptero, media hora. Conectado a un módem, puede tener un alcance de hasta 60 kilómetros, transmitiendo datos en tiempo real.
En México no hay normas sobre el uso de drones, aunque el Gobierno los emplea para combatir el narcotráfico, algunas empresas para supervisar construcciones y las universidades, para pruebas científicas.
Aunque en Estados Unidos está vetado el uso comercial de drones, el Gobierno proyecta integrarlos a su espacio aéreo en 2015, y la Administración Federal de Aviación estima que para finales de esta década habrá unos 30.000 vehículos volando para múltiples aplicaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario