Hace exactamente dos décadas, el histórico 14 de abril de 1993, en un ambiente de inusitada expectativa e incertidumbre, el “Huayna” FAB-X02, primera aeronave construida por la Fuerza Aérea Boliviana, realizó con marcado éxito su primer vuelo oficial, concretando de esta manera un largo anhelo institucional y sentando las bases de la aclamada industria aeronáutica, pilar fundamental del poder aéreo nacional.
Esta aeronave de corte experimental, que constituía lo último de la tecnología aeronáutica moderna, tanto por el novedoso material utilizado en su construcción como por su moderna aviónica digital, fue el fruto del proyecto “Lancair 360” que emergió promisoriamente el año 1989; pero, que dio su decisivo primer paso en 1991 con el arribo a nuestro país del correspondiente kit de este prototipo, diseñado y concebido en los Estados Unidos y dotado de un motor Lycoming I0-360 de 180 H.P.
De esta manera, en un precario ambiente que se asignó para el proyecto en predios del ex Politécnico Militar de Aeronáutica de la Base Aérea de El Alto, se iniciaron los tra-bajos de construcción del singular avión, a cargo de los Suboficiales Rafael Céspedes Escóbar y Ángel Iriarte Lima, destacados aerotécnicos de la institución, dirigidos por los capitanes Renán Julio Calleja y José Luis Murillo Pacheco, eminentes ingenieros en electrónica y aeronáutica, respectivamente.
El trabajo fue arduo y complejo, puesto que por primera vez se utilizaron en la construcción de la estructura materiales compuestos de aviación como el kevlar, nómex así como fibras de vidrio y carbono, a los cuales no estaban habituados nuestros técnicos y que requerían de procesos sumamente delicados y especiales; sin embargo, a través de los respectivos manuales, y sobre todo, demos-trando profesionalismo, empeño, iniciativa y creatividad, proverbiales cualidades que caracterizan al aerotécnico boliviano, se fue concretando paulatinamente pero dentro de los términos de la primera fase, la dificultosa construcción de la aeronave.
Soslayando dificultades de toda índole, hasta los recelos y criterios pesimistas, tanto de autoridades como de personas proclives a los estándares conservadores, en agosto de 1992 la aeronave estaba lista para empren-der el esperado vuelo de prueba; pero, por indecisiones y desconfianzas infundadas, no se pudo concretar esta fundamental etapa de toda aeronave.
Tuvieron que pasar siete largos meses, hasta que el 15 de febrero de 1993, por insistencia del personal que intervino con ahínco e ilusión en el proyecto, se realizó con resultados por demás satisfactorios el ansiado vuelo de prueba a cargo del piloto primigenio del proyecto, Cap. Av. Javier García Soruco, eximio aviador de la bizarra especialidad de caza; si bien el vuelo había durado sólo dos minutos, tuvo la virtud de demostrar objetivamente que estaba en condiciones de operar con seguridad y normalidad.
El histórico 14 de abril de 1993, ante un nutrido público compuesto por autoridades militares, representantes de la prensa y el personal de la institución, el Lancair 360, al que se le denominó “Huayna” FAB-X02(1) despegó de la pista principal del Aeropuerto Internacional de El Alto, seguido de un “avión nodriza” en el que tuvieron la oportunidad de abordar algunos periodistas ansiosos de cubrir el sensacional vuelo.
El “Huayna”, al mando del Cap. Javier García Soruco y el Cap. Ing. José Luis Murillo Pacheco, se remontó majestuosamente por los aires ante la inocultable algarabía de todos los que se dieron cita en la plataforma del Grupo Aéreo de Caza “31”. La aeronave surcando raudamente los diáfanos cielos de la ciudad de El Alto, no sólo realizó varias pasadas sobre el público, sino que ejecutó arriesgadas maniobras acrobáticas que demostraron amplia y obje-tivamente el excepcional performance de esta aeronave construida en nuestro país íntegramente por ma-nos bolivianas y sin asesoramiento foráneo.
Después de un aterrizaje impecable, la aeronave se dirigió hasta los predios del GAC 31 donde se encon-traba el entusiasmado pú-blico que ovacionó frenéti-camente a los tripulantes.
Este inédito evento de nuestras alas militares concluyó con un solemne acto en el Salón VIP de la unidad, donde el Comandante General de la Fuerza Aérea Boliviana, Gral. Fza. Aé. Fernando Sanjinés Yánez, impuso a los oficiales y suboficiales que intervinieron brillantemente en la concreción del proyecto la condecoración “Al Mérito Aeronáutico”, máxima expresión de nuestra aviación militar.
Después de ser probado en los diferentes ambientes de nuestro variado territorio geográfico, por un incidente fortuito y ajeno al venerable “Huayna”, suscitado en el Aeropuerto “El Trompillo” de la ciudad de Santa Cruz, el FAB X-02 dejó de operar y actualmente se encuentra como material de estudio y práctica en el Politécnico Militar de Aero-náutica de la capital del valle.
Como homenaje a esta histórica fecha, el novel Centro de Industria y Tecnología Aeroespacial de la Fuerza Aérea Boliviana “Cnl. DEMA Renán Julio Calleja”, conmemora su aniversario el 14 de abril.
*El autor es Académico de Número de la Academia Boliviana de Historia Militar.
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