El Ministerio de Defensa trabaja en la elaboración y aprobación de la ley que permitirá el derribo de aviones en vuelos no autorizados e ilegales.
La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) se encuentra en pleno equipamiento, según el viceministro Cáceres.
Los aviones K-8 tendrán como misión el control del espacio aéreo boliviano y operaciones antidrogas.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, informó que falta la instalación de radares, visores y una norma específica para que los seis aviones K-8 comprados de China sobrevuelen las fronteras en el marco de la lucha contra el narcotráfico.
“Estos aviones, que ya ingresarán en operaciones para justamente el control aéreo del territorio nacional, están en pleno equipamiento con radares para identificar aviones clandestinos”, mencionó.
Explicó que el proceso demorará porque la compra de los equipos tiene complejidades, la provisión está bajo responsabilidad de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y el equipamiento corre por responsabilidad del grupo Diablos negros.
Asimismo, Cáceres recordó que tiene que esperarse la aprobación de una norma, aún en redacción, que permitirá derribar aviones sospechosos y que no cuentan con autorización de volar por el territorio nacional.
“El Ministerio de Defensa está trabajando en la elaboración y la aprobación de una nueva ley nacional justamente para derribar aviones no identificados y sospechosos por tráfico ilegal de drogas”, añadió.
La autoridad estatal dijo que el trabajo de los aviones K-8 será complementado con los ocho helicópteros UH -1, una avioneta pequeña y dos aeronaves Hércules C-130 que transferirá Estados Unidos para la dotación del grupo Diablos rojos y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
“Una vez transferidos, el Estado va a ser responsable del mantenimiento y por supuesto de la planificación de futuras operaciones en cuanto apoyo logístico aéreo a la Fuerza de Tarea Conjunta como también a la FELCN”, finalizó.
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