Las seis aeronaves K8 que el Gobierno entregó el año pasado para la lucha contra los narcos ya operan en el país, pero lo hacen sin el apoyo de radares para detectar a narcotraficantes, según el comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Liborio Flores.
En un encuentro con periodistas, aseveró que estas aeronaves ya operan. Otra fuente de la FAB especificó que ya recorrieron ocho departamentos del país, con excepción de Pando.
Sin embargo, cuando este medio preguntó si es que la falta de radares disminuye su eficiencia, respondió: “Sí. La defensa aérea es integral. Los aviones son una parte fundamental, pero se debe completar con la vigilancia y el control del espacio aéreo, y esto es a través de un sistema, no solamente de radares, sino también de comunicación, de centros de control, de personal capacitado. Un sistema integrado y debemos caminar en este proceso”.
Los aviones pueden volar, pero no tienen el sistema de radarización para interceptar aviones sospechosos, explicaron fuentes del área de Defensa.
El jefe oficial de la FAB señaló que “los aviones K8 entrarán en eficiencia combativa en el transcurso de este año y, si Dios quiere, vamos a batir récords de horas de vuelo”, prometió.
Flores complementó que la semana pasada el Alto Mando Militar boliviano estuvo en Brasil “en una reunión histórica con jefes militares de ese país, en la que se firmaron y reafirmaron convenios para operar de forma conjunta y combinada con las Fuerzas Armadas de ese país, en esta lucha contra el narcotráfico que debe ser implacable”.
El presidente Evo Morales planteó el año pasado la idea del derribo de aviones para reforzar la lucha antidrogas. “La FAB hizo un anteproyecto de ley, que fue presentado al Ministerio de Defensa y, tengo entendido que en breve, el documento llegará a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su tratamiento”.
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