Los pilotos del A330 de Air France, que el 2009 cayó al Atlántico con 228 personas, carecían de entrenamiento para maniobrar el avión cuando los indicadores de velocidad dejaron de funcionar correctamente, indicó ayer el organismo investigador francés.
No obstante, para determinar responsabilidades habrá que esperar al “primer semestre” del 2012 cuando la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), organismo público francés que ayer reveló un tercer informe intermedio sobre las circunstancias del accidente, presente su informe final.
Este tercer informe sobre las investigaciones técnicas del accidente señala que los pilotos no adoptaron el procedimiento adecuado tras los dos primeros incidentes en los últimos minutos del vuelo: los indicadores de velocidad dejaron de funcionar correctamente —debido a la congelación de las sondas (sensores)— y el aparato perdió sustentación.
Los pilotos del Airbus de Air France no “identificaron formalmente la situación de pérdida de sustentación” a pesar de la alarma sonora que se activó durante 54 segundos, precisa el informe según el cual los pilotos al mando del aparato en ese momento “no recibieron entrenamiento en alta altitud sobre los procedimientos” adecuados frente a la pérdida de los indicadores de velocidad.
El comandante se fue a descansar a las 02.00 sin dejar “consignas claras” a los copilotos entre quienes las tareas no estaban distribuidas “de forma explícita”. Regresó a las 02.11. La grabación se interrumpe a las 02.14. Los familiares de las víctimas no aceptan el informe. Entre los 216 pasajeros y 12 tripulantes que iban a bordo del aparato figuraban 73 franceses, 58 brasileños y 26 alemanes.
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