Valeria Velazco, de 17 años, no podrá ser coronada como soberana de Santa Ana de Yacuma, en Beni. Ella, junto con su familia, perdió la vida cuando la avioneta en la cual se trasladaba desde el aeropuerto de Trinidad se precipitó a tierra y estalló en llamas.
La nave CP-1299, según informes de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DGAC), partió ayer del aeropuerto de Trinidad y cayó a unos 300 metros de la pista a las 08.38.
El aparato estaba piloteado por Gustavo Adolfo Velazco Barbosa. Él era capitán de la aviación civil y consejero departamental de la provincia Yacuma. Esta misma persona, el 21 de julio, tuvo un incidente al maniobrar otra aeronave en la ruta Santa Ana-Trinidad. Tuvo que aterrizar de emergencia.
Según indicó la red Erbol, con base en datos de la dirección regional del aeropuerto de Trinidad, en la avioneta estaban también la esposa de Velazco, Liz Leigue, y su hija, Valeria. Todos viajaban a participar en el acto del tricentenario de Santa Ana de Yacuma.
También fallecieron Rodolfo Wende Antelo, director del Servicio Departamental de Deportes, quien viajó en misión oficial y debía asistir a la inauguración del coliseo deportivo de Santa Ana. Otro deceso fue el de Mario Alfredo Antelo.
Wálter Jurado, jefe de Operaciones de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares para la Navegación Aérea (AASANA), informó a la radioemisora que, según los datos preliminares, la avioneta, una vez en el aire, “viró a la izquierda y se precipitó a tierra, podría ser un efecto del viento. Al precipitarse, la aeronave se ha incendiado y han fallecido todos, completamente carbonizados”.
Mutilaciones
Según los primeros testigos que llegaron al lugar del hecho, los cuerpos quedaron repartidos, algunos mutilados, y minutos después fueron recogidos por personal policial.
ANF informó que, de acuerdo con datos de los familiares del propietario de la avioneta, ésta era completamente nueva. Incluso, el anterior jueves realizó tres vuelos. El aparato se encontraba en óptimas condiciones, por lo tanto, no se explican las causas del accidente.
Éste es el cuarto siniestro aéreo que se presenta en poco más de una semana.
El 24 de julio, un avión tipo Fokker F-27 del Transporte Aéreo Militar (TAM), que cubría la ruta Guayará-Trinidad, aterrizó de emergencia en la estancia Nueva Esperanza tras sufrir un desperfecto mecánico —según la versión oficial— sin dejar víctimas fatales ni heridos entre los 32 pasajeros y cinco tripulantes que se encontraban en él.
El 18 de julio, alrededor de las 10.00 y poco después de despegar, la avioneta Cessna T-41, matrícula FAB-121, se precipitó a tierra con cinco personas a bordo, cerca del aeropuerto Capitán Aníbal Arab, en Cobija, Pando. En el accidente murió Hiroshi Shimokawa.
El domingo 20 de julio, el helicóptero venezolano Súper Puma, de uso exclusivo del presidente Evo Morales, se estrelló cerca de Colomi, Cochabamba, y dejó cuatro militares venezolanos y un uniformado boliviano muertos.
La nave CP-1299, según informes de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DGAC), partió ayer del aeropuerto de Trinidad y cayó a unos 300 metros de la pista a las 08.38.
El aparato estaba piloteado por Gustavo Adolfo Velazco Barbosa. Él era capitán de la aviación civil y consejero departamental de la provincia Yacuma. Esta misma persona, el 21 de julio, tuvo un incidente al maniobrar otra aeronave en la ruta Santa Ana-Trinidad. Tuvo que aterrizar de emergencia.
Según indicó la red Erbol, con base en datos de la dirección regional del aeropuerto de Trinidad, en la avioneta estaban también la esposa de Velazco, Liz Leigue, y su hija, Valeria. Todos viajaban a participar en el acto del tricentenario de Santa Ana de Yacuma.
También fallecieron Rodolfo Wende Antelo, director del Servicio Departamental de Deportes, quien viajó en misión oficial y debía asistir a la inauguración del coliseo deportivo de Santa Ana. Otro deceso fue el de Mario Alfredo Antelo.
Wálter Jurado, jefe de Operaciones de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares para la Navegación Aérea (AASANA), informó a la radioemisora que, según los datos preliminares, la avioneta, una vez en el aire, “viró a la izquierda y se precipitó a tierra, podría ser un efecto del viento. Al precipitarse, la aeronave se ha incendiado y han fallecido todos, completamente carbonizados”.
Mutilaciones
Según los primeros testigos que llegaron al lugar del hecho, los cuerpos quedaron repartidos, algunos mutilados, y minutos después fueron recogidos por personal policial.
ANF informó que, de acuerdo con datos de los familiares del propietario de la avioneta, ésta era completamente nueva. Incluso, el anterior jueves realizó tres vuelos. El aparato se encontraba en óptimas condiciones, por lo tanto, no se explican las causas del accidente.
Éste es el cuarto siniestro aéreo que se presenta en poco más de una semana.
El 24 de julio, un avión tipo Fokker F-27 del Transporte Aéreo Militar (TAM), que cubría la ruta Guayará-Trinidad, aterrizó de emergencia en la estancia Nueva Esperanza tras sufrir un desperfecto mecánico —según la versión oficial— sin dejar víctimas fatales ni heridos entre los 32 pasajeros y cinco tripulantes que se encontraban en él.
El 18 de julio, alrededor de las 10.00 y poco después de despegar, la avioneta Cessna T-41, matrícula FAB-121, se precipitó a tierra con cinco personas a bordo, cerca del aeropuerto Capitán Aníbal Arab, en Cobija, Pando. En el accidente murió Hiroshi Shimokawa.
El domingo 20 de julio, el helicóptero venezolano Súper Puma, de uso exclusivo del presidente Evo Morales, se estrelló cerca de Colomi, Cochabamba, y dejó cuatro militares venezolanos y un uniformado boliviano muertos.
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