Lo primero que llama la atención al llegar al lugar, a las 19:30, es la iluminación que se impone ante los ojos de un eventual viajero. Es el Aeropuerto Internacional de El Alto, que esta semana empezó a lucir sus nuevas instalaciones.
Dentro de esta estructura, 16 pilares plateados, de un metro y medio de diámetro, se elevan hasta lo más alto. Cientos de varillas metálicas se entretejen para sostener el techo. Hasta da la impresión de que los diseñadores tenían en mente emular una red de pescador.
"A lo que era antes, pienso que ha habido un adelanto. Me ha llamado la atención la estructura, ya que parece fuerte”, expresa Nora Vargas de Suárez, pasajera sucrense que hace escala en su vuelo hacia Cochabamba.
Escaleras eléctricas y más
Un piso de cerámica reluciente cubre los 10.000 metros de superficie de la planta baja de esta estructura. En esta moderna terminal aérea se habilitaron 30 mostradores dobles para las empresas que ofrecen vuelos comerciales; también se dispuso de 30 espacios para comercios.
Una moderna escalera eléctrica transporta a los usuarios al mezzanine, donde está habilitada una plaza de comidas, cuya capacidad es hasta para cinco empresas concesionarias, que podrían dar servicio a 100 personas.
En la parte delantera de este segundo piso están las tiendas. El pasillo de atrás está destinado para oficinas de aerolíneas (al menos 12). Además, este piso contará con una nueva sala de preembarque, una vez se concluya la segunda fase del proyecto de ampliación. La planta tiene una extensión de 3.000 metros.
El antes y el después
Es evidente el contraste al ver la nueva edificación al lado del anterior aeropuerto. Las paredes altas y bien iluminadas opacan a la otrora terminal que vio pasar a personajes destacados de Bolivia y el mundo y a muchos visitantes.
En la antigua estructura, que ahora funciona sólo para salidas y llegadas internacionales, se podía sentir el calor humano ya que el espacio hacía que las filas de pasajeros de las aerolíneas saturen el espacio en varias ocasiones. Este ambiente también será objeto, según se conoce, de remodelación en el futuro.
Entre lujo y ventas bajas
Marco Antonio Apaza vende souvenirs como chamarras del Dakar, uniformes deportivos originales de los clubes de fútbol de La Paz, además de gorras y poleras. Él, como varios comerciantes de este lugar, sintió -afirma- que las ventas se redujeron por la transición y el cambio de lugares de los anaqueles que ahora están en el mezzanine.
"El aeropuerto está muy bonito; pero el problema es que estamos en un lugar donde no hay mucha circulación de personas. Las ventas han bajado mucho, es un reclamo de todas las tiendas”, cuenta luego de mostrar un muñeco "cabezón” de cerámica de Evo Morales que, según él, es de lo poco que se vende.
Doña Martina Sandoval vende periódicos y revistas de todo el país desde hace 23 años en lo que antes era la puerta 2 de esta terminal. Ahora, un pasillo le transmite el ruido que emerge de la nueva infraestructura. Está sola en su caseta y espera que lleguen los vuelos del exterior.
"Ya por este sector no pasa la gente, sólo tenemos el internacional. Por el momento tengo un carrito rodante y con eso mantengo las ventas como siempre lo he hecho”, cuenta.
El encargado de hacer girar las ruedas del carrito de doña Martina es Valentín Vargas, quien le acompaña en la venta desde hace cinco años. A Valentín le gusta la nueva terminal, aunque cree que de momento está un poco desordenada. Esto -explica- hizo que la venta de periódicos baje.
Lo novedoso
En esta nueva sección de la terminal se puede ver puestos y productos que antes no se vislumbraban. Un salón de belleza y una repostería son las novedades en el mezzanine, donde se aloja la mayoría de comercios. Entre la adaptación a los ambientes, la baja de las ventas y un aspecto lujoso, pasó la primera semana del nuevo aeropuerto.
Nueva infraestructura
Aerolíneas: Las empresas de vuelos comerciales disponen ahora de al menos 30 mostradores dobles para agilizar el tránsito de sus pasajeros.
Comercio: Se habilitaron 30 espacios comerciales para que tiendas de recuerdos, de snacks, de revistas y artículos en general provean a los viajeros según sus necesidades.
Gastronomía: El segundo piso de la nueva terminal aeroportuaria de El Alto cuenta con una plaza de comidas con espacio para cinco empresas concesionarias y con una capacidad para 100 personas sentadas.
Oficinas: Entre la planta baja y el mezzanine se dispuso de al menos 25 oficinas para que las aerolíneas operen.
Superficie: La nueva área del aeropuerto de El Alto tiene una superficie de 10.000 metros cuadrados de los cuales 6.000 están en la planta baja.
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