Según el responsable, identificado como Heydar Heidary por la agencia oficial de noticias local Irna, en el siniestro habrían sobrevivido 32 viajeros, que han sido trasladados a hospitales con heridas de diversa consideración.
En un principio, la agencia semi-oficial de noticias local Fars había asegurado que en el aparato, un Boeing 727, viajaban 105 personas y que al menos medio centenar había logrado salvar la vida.
De ser cierta esta cifra, ya que oscila entre 104 y 106 según los distintos medios oficiales iraníes, habría aún tres personas desaparecidas.
"El número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas", agregó Irna, que subrayó que los servicios de socorro trabajan aún en la zona pese a ser noche cerrada, gracias a unos potentes faros.
Entre el pasaje había doce miembros de la tripulación, dos bebés y un niño, cuya suerte no ha sido revelada.
"Algunos de los heridos están en situación crítica", informó Fars.
El accidente ocurrió sobre las 19.45 horas local (16.15 GMT) cerca de lago Urumiyeh, próximo a la frontera con Turquía, cuando el aparato se disponía a aterrizar entre la niebla, señaló el presidente del Centro Estatal de Emergencias de Irán, Gholam Reza Masumi.
El avión había partido esta tarde del aeropuerto nacional de Mehrabad, en el sur de Teherán, con más de una hora de retraso debido a problemas de visibilidad y frío en la ruta, de los que había advertido la torre de control de Urumiyeh.
Los accidentes aéreos son relativamente frecuentes en Irán, debido sobre todo a la precariedad de su flota aérea, anticuada y sometida, como el resto del país, a un embargo internacional que le impide comprar piezas de repuesto originales.
Según cifras oficiales, cerca de un millar de personas han perdido la vida en distintos accidentes aéreos, civiles y militares, en Irán durante la última década.
El último de gran envergadura ocurrió en julio de 2009 cuando un Tupolev de la compañía Caspian Airlines en ruta entre Teherán y Yereván, capital de Armenia, y con 156 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad septentrional iraní de Qazvin.
En el accidente, causado por el incendio de uno de los motores en vuelo, perdieron la vida todos los ocupantes del aparato de fabricación rusa.
En febrero de 2003 un total de 276 personas, la mayoría efectivos de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, murieron al estrellarse el avión Ilyushin-76 que les trasladaba desde la capital a una zona montañosa del noreste del país.
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