La infraestructura del aeropuerto internacional de Chimoré tomó en cuenta los factores técnicos necesarios para dar servicio a los exportadores, pero aún no se desarrollaron políticas de funcionamiento para cubrir los requerimientos de ese sector, informó ayer el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, quien añadió que “primero se observará el comportamiento del rubro”.
Según Claros, los dos objetivos fundamentales del aeropuerto son fomentar el turismo y transportar carga facilitando la exportación de productos del trópico y su envío al mercado interno.
Pero para que el aeropuerto favorezca al comercio deben existir políticas adecuadas de funcionamiento y perspectivas de industrialización en el trópico para no exportar fruta en bruto sino alimentos procesados, señaló el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.
Dijo que eso implica generar seguridad jurídica, dar garantías de desplazamiento y diseñar reglas de funcionamiento acordes a lo que el empresario espera, como también fomentar el desarrollo del sector productivo.
Por su parte, la gerente de la Unión de Asociaciones de Productores de Banano (Unabana), Gilma Soria, afirmó que los volúmenes de exportación de ese sector alcanzan las 330 toneladas diarias, un volumen que no les permitiría pensar en usar el aeropuerto pues el costo del flete se elevaría al triple al suponer el uso de aviones de gran capacidad o, de lo contrario, varios vuelos diarios.
El gerente general de la empresa Befrut SRL, Roger Mérida, dijo que no piensa usar el aeropuerto porque transportar 22 toneladas de banano en camión le cuesta 2.500 dólares, cifra que no se acerca al costo del flete aéreo.
Claros dijo que antes de pensar en adquirir aviones grandes de carga, primero debe generarse la propuesta de necesidades y prioridades de parte de los productores para dar lugar a un análisis de mercado que establezca los costos de exportación.
Inicialmente, el aeropuerto operará con un avión DS10 para el transporte de carga y con aviones comerciales 737-300 de Boliviana de Aviación.
El Ministro dijo que el funcionamiento del aeropuerto también pretende fortalecerse con el flujo de turistas y, a la vez, generar un “polo de desarrollo turístico” en Chimoré dando mayor facilidad de acceso y comodidad a los visitantes.
Según el experto en aviación Samuel Montaño la mayor parte de los turistas prefiere ir por tierra para apreciar los paisajes cuando se trata de lugares exóticos. Añadió que al edificar un segundo aeropuerto internacional en Cochabamba se debía garantizar su rendimiento comercial.
Además, afirmó que si se pretende fomentar el turismo, el aeropuerto no puede ser compartido con la Fuerza Aérea, porque la presencia de militares genera susceptibilidad en los turistas.
La obra requirió una inversión de 36 millones de dólares y se reportó un avance de obra de 90 por ciento. El inicio de operaciones está previsto para septiembre de este año.
Obras complementarias
El presidente de la Cámara Departamental de Comercio de Cochabamba, Aldo Vacaflores, dijo que para cumplir con los objetivos de su construcción, el aeropuerto de Chimoré debe convertirse en una terminal trimodal, es decir, contar con espacio para la llegada de pasajeros y despacho de carga por tierra.
Una terminal trimodal implica la construcción de una terminal terrestre y una para vía férrea que se acoplen al aeropuerto de Chimoré, además que cada una de ellas debe contar con ambientes para pasajeros y también para carga.
Al respecto, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, dijo que el proyecto contempla un área de almacenaje con bodegas refrigeradas, una zona exclusiva de carga y otra habilitada para el área comercial.
Claros señaló que una terminal trimodal podría implementarse “a la larga”, pero que existen limitantes como el factor del espacio de construcción, porque se necesitaría realizar más expropiaciones.
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