Por la creciente y cuando menos incontrolada expansión de la mancha urbana de Santa Cruz y en particular del municipio de Warnes, el aeropuerto internacional Viru Viru corre el riesgo, al menos en los próximos cinco años, de quedar definitivamente enclaustrado, en una situación parecida o peor que El Trompillo. La alerta proviene de expertos y trabajadores de Aasana, quienes califican la situación como inminente, pero posible de atenuar si acaso las autoridades competentes (gobernación cruceña y municipios) ponen "salvaguardas" a dicha problemática.
Según el experto en el tema, Douglas Greiner, si es que las construcciones siguen sin control alguno, se estaría produciendo el efecto Trompillo, que actualmente está en el centro de la ciudad. "Eso significa que técnicamente se estaría mermando la distancia operativa de la pista desplazando umbrales, para el óptimo aterrizaje y despegue de aviones. Se estaría disminuyendo la capacidad operativa de los aviones, más aún en un aeropuerto internacional como este", explicó.
Una situación preocupante. Tal como estableció El Día, los distintos indicios de asentamientos, construcciones de muros y anuncios de nuevas urbanizaciones alrededor del aeropuerto Viru Viru están a la vista y paciencia de cuanto transeúnte observa la periferia norte y este de la terminal aérea. A ello se suma una serie de movimiento de obras civiles de condominios y urbanizaciones que se viene gestando sobre la avenida G-77 que conecta de manera transversal con la zona este de la ciudad.
Y para muestra se encuentra en la parte frontal del lado naciente una barda o muro recientemente construido que da con las lagunas de oxidación del aeropuerto. Al respecto, Ulises Rocabado, Director de Catastro Urbano del municipio de Warnes (jurisdicción al cual pertenece el aeropuerto Viru Viru) admitió que evidentemente las urbanizaciones se encuentran asentándose en la zona. Sin embargo, desestimó que en los últimos años se hubieran autorizado asentamientos y construcción de condominios en todo el perímetro de la terminal aérea. "En toda esa zona las urbanizaciones pertenecen a las familias Gil Parra y la familia Novillo Lafuente. No tienen autorización, pero sí son propietarias de esos terrenos. Ellos están haciendo el embardado de esos predios para evitar la presencia de loteadores o avasalladores, pero es provisional", informó.
Además Rocabado, citó que después de Satélite Norte, la urbanización que colinda con el aeropuerto es la antigua urbanización "Viru Viru-Chena". "Son urbanizaciones antiguas y son bien colindantes con el aeropuerto. El resto son asentamientos viejos al que todavía en los últimos años no se les ha dado ninguna autorización", precisó.
Pero para los propios trabajadores de Aasana, es una muestra palpable de que las urbanizaciones cercan el aeropuerto. Pero la extensa urbanización Satélite Norte, cuya población es de casi 15 mil habitantes, se encuentra muy colindante a Viru Viru, donde los aviones que despegan lo hacen sobre los techos de las viviendas de la citada ciudadela.
"Hace muchos años atrás he advertido a la alcaldía de Santa Cruz sobre este tema. Y lo que no tiene control es la alcaldía de Warnes y no creo que tenga mecanismos de delimitación para los asentamientos urbanísticos", puntualizó Greiner.
Según los propios habitantes, Satélite Norte es una urbanización que se ha constituido como tal hace más de veinte años y hasta el momento sus propietarios no cuentan con la documentación de derecho propietario.
Según el urbanista Fernando Prado, el haber permitido el asentamiento fue un hecho ilegal. "El municipio de Warnes jamás ha hecho ningún control de este tipo. Si el municipio no cumple, alguien tiene que hacer algo. En eso el Estado está en este momento ausente", señaló.
Aspectos que se ignoran. El Observatorio de la Sostenibilidad en Aviación (OBSA), sobre el tema precisa que las limitaciones sobre el uso del suelo de los aeropuertos se extienden más allá de la propia área ocupada, ya que existen superficies limitadoras en el entorno (reguladas como servidumbres aeronáuticas) para proteger las operaciones de aterrizaje y despegue de las aeronaves. Se consideran un límite a la propiedad. En algunos casos, se restringe la altura de los elementos del territorio, como edificios, parques eólicos, plantaciones forestales. En otros casos, no se permite ningún tipo de construcción dentro de un determinado radio de distancia a instalaciones radio eléctricas.
Sin embargo, Javier Cabrera, Secretario Ejecutivo de los Trabajadores de Aasana, en tono de resignación desestimó que se ponga orden a esta situación y, al contrario, mencionó que la situación es parte del desarrollo de una ciudad. "En otras ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, los aeropuertos funcionan en medio de la ciudad. Nosotros estamos lejos de que ello ocurra por ser una ciudad chica", señaló.
Otros estudios destacan además que en zonas de alto nivel de ruido próximo a aeropuertos no se consideran compatibles los usos residenciales ni las dotaciones educativas o sanitarias. En otras ocasiones, en las cercanías de los aeropuertos es necesario limitar las actividades generadoras de humo, niebla, que puedan disminuir la visibilidad y las actividades que atraigan aves y puedan generar un problema de seguridad operacional, como vertederos, láminas de agua, humedales.
Alusiones sin respuesta. Mientras la alcaldía de Warnes deslinda cualquier tipo de autorizaciones en los últimos dos años de nuevos asentamientos, las urbanizaciones como el Grupo La Fuente, que viene desarrollando las urbanizaciones "Pahuichi" y "Pentaguazú" en el norte de Santa Cruz, rechazaron rotundamente cualquier alusión relacionado a los asentamientos alrededor del aeropuerto Viru Viru. "Nosotros no tenemos ningún desarrollo urbanístico ni cerca el aeropuerto y menos sobre la avenida G-77. Todas nuestras urbanizaciones están más allá del kilómetro 20 con Pentaguazú (1, 2, 3, 4, 5), Juan Pablo II, Grigotá e Integración I y II", señaló José Luis Céspedes, encargado de Marketing del Grupo Empresarial Lafuente.
"Hemos experimentado con El Trompillo esta situación. Si es que no tomamos conciencia del riesgo que acarrea, con Viru Viru va suceder lo mismo".
Róger Leaños
Supervisor Aéreo de Aasana
"El aeródromo debe estar libre de construcciones y edificios.
Un referente son los aeropuertos de Estados Unidos. Se respetan las normas"
Luis C. Chávez
Operador Aéreo y Funcionario de Aasana
"Nos preocupa demasiado esta situación.
Las urbanizaciones se vienen construyendo sin control y la alerta crece y nadie se pronuncia".
Enrique Severiche
Experimentado Operador Aéreo
Actualidad
Características y tareas por hacer de Viru Viru
Perfil. El Aeropuerto Internacional Viru Viru, (código IATA: VVI, código OACI (Organización de Aviación Civil Internacional): SLVR, es el aeropuerto más grande e importante de Bolivia. Se ubica al norte de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el municipio de Warnes.
Origen. Fue inaugurado oficialmente en 1983 y sirve como conexión de varios vuelos hacia y desde Bolivia. Es un aeropuerto de categoría 4D, según la OACI. Entre otros aspectos su nombre deriva de la palabra Birubiru, que se refiere a un río arcaico, ahora seco, que corta la pampa en la parte del 13 kilómetros al norte de la ciudad.
Manejo. El aeropuerto Viru Viru y otros aeropuertos de Bolivia son operados por Sabsa nacionalizada por el Estado. Según fuentes allegadas a la administración de la terminal aérea, la ampliación de la infraestructura, cuya entrega en su primera fase se hizo en ocasión de la reunión de países del G-77 el 2014, no ha terminado. Aún falta equipar para su entrega definitiva.
Punto de vista
Fernando Prado
Arquitecto y Experto Urbanista
"El Estado debe tomar cartas en este tema"
"El aeropuerto Viru Viru, desde hace muchos años está descuidado con respecto a los asentamientos de urbanizaciones que ya se encuentran a su alrededor.
La principal preocupación radica en que esos asentamiento están afectando esa superficie que establece un ancho determinado en todos los aeropuertos, bajo normas establecidas como es el cono de aproximación y el cono de vuelo que tiene que ver con el aterrizaje y despegue de aviones, respectivamente.
Esa superficie es un área de vuelo que se calcula y tiene límites de altura. Lamentablemente, nada de esto se está respetando desde hace años. Ya la urbanización que se dice Satélite Norte, con sus tanques de agua y otras edificaciones ya es ilegal. Además gran parte de esto tiene que ver con el municipio de Warnes, donde no hay ningún control de este tipo.
Pero no solo es eso. El Estado, debe tomar cartas en el asunto, ya que tiene que ver con normativas nacionales e internacionales. Así sucedió con El Trompillo, y ahora si no es en cinco años por lo menos en diez años quedará al centro de la ciudad. Además en todo esto tiene que ver el gobierno departamental para delimitar los asentamientos y edificaciones en altura. Es una alerta muy seria para dejar hacer y pasar el tiempo como está en este momento".
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