Al menos 44 personas murieron y ocho resultaron heridas al estrellarse ayer un avión Tupolev 134 de la compañía Rusair a escasos metros del aeropuerto de la ciudad de Petrozavodsk.
El accidente se produjo cinco minutos antes de la medianoche del lunes, hora y media después de que el avión hubiera despegado con 52 personas a bordo del aeropuerto Domodédovo, en Moscú, con destino precisamente a Petrozavodsk, capital de la región de Carelia, en el noroeste de Rusia.
"De acuerdo a los últimos datos, 44 de las 52 personas que había a bordo murieron y ocho resultaron heridos, siete de ellos muy graves", confirmó a Efe Irina Adrianova, portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, citada por Interfax.
Los ocho heridos se encuentran hospitalizados.
Por muy poco el avión no se estrelló contra las casas del poblado de Besovets.
Los cuerpos de las víctimas yacen entre los trozos del avión esparcidos entre las casas, dijo a Interfax un oficial que investiga la catástrofe.
El accidente pudo deberse a las condiciones meteorológicas desfavorables, según Alekséi Kuzmitski, director del aeropuerto de Petrozavodsk, que sigue cubierto por una densa niebla.
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