La nueva nave de Boeing, el avión de carga 747-8, concluyó ayer el primer vuelo transatlántico realizado con biocombustible, al llegar al aeropuerto francés de Le Bourget, informó el fabricante estadounidense.
El aparato aterrizó a las 17.35 hora local (15.35 GMT) procedente de Seattle (EEUU), tras recorrer una distancia de 8.029 km, propulsado por cuatro motores GEnx-2B de General Electric alimentados con una mezcla de un 15 por ciento de biocombustible basado en camelina y un 85 por ciento de queroseno tradicional.
El fabricante presenta esta nave en el salón aeronáutico de Le Bourget (afueras de París), donde va a permanecer hasta el próximo miércoles, para después desplazarse a la sede de la firma luxemburguesa Cargolux, a la que Boeing entregará el primero de esos aparatos este verano.
Ese avión es el cuarto de los cinco aparatos comerciales de Boeing que llegan al salón aeronáutico y, para ello, ha concluido un vuelo calificado por la compañía de "histórico" y en el que, según un comunicado, no se ha debido modificar ni la aeronave ni los motores para el uso del biocombustible.
Como indicó el fabricante Boeing la semana pasada cuando anunció el vuelo, este trayecto se espera que sirva para dar un impulso a los esfuerzos de la aviación para reducir las emisiones de carbono.
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