El aeropuerto internacional de Chimoré fue entregado el 17 de octubre de 2015, pero hasta la fecha no opera con vuelos comerciales, tal como pudo verificar este medio la semana pasada.
Los que sí sacan provecho son los propietarios de avionetas fumigadoras porque utilizan la pista para despegar y aterrizar durante la semana.
El director ejecutivo de la Mancomunidad del Trópico, Víctor Cadima, confirmó que se utiliza de manera diaria el aeropuerto para el despegue y aterrizaje de avionetas “que fumigan los cultivos locales, de las zonas bananeras”.
Unas cinco avionetas se dedican a la fumigación. Cada una de ellas cubre unas mil hectáreas.
En Chimoré hay unas 20 mil hectáreas de cultivos “por lo que requerimos más avionetas para fumigación”.
Además del aeropuerto, los propietarios de las avionetas utilizan otras dos pistas alternas, en Ibuelo y Valle Sajta.
Cadima explicó que cada una de las avionetas hace hasta seis vuelos diarios, siempre y cuando el cielo esté despejado.
OBSERVACIONES
Con una inversión de 34.5 millones de dólares, el aeropuerto está emplazado en aproximadamente 240 hectáreas y tiene como objetivos prioritarios convertirse en el punto principal de la llegada de turistas en el trópico y para el transporte de productos como el banano y el palmito.
La pista tiene una extensión de cuatro kilómetros de largo, más grande que la del aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, y un ancho de 45 metros.
El día de su inauguración, el presidente Evo Morales justificó la construcción de este aeropuerto porque “es un lugar estratégico por razones de soberanía y de defensa del territorio nacional”.
¿Pero por qué no funciona tras 10 meses de haberse inaugurado? El responsable de seguimiento y control de la obra, de la Constructora Chimoré, Julián Tapia, responde que el Ministerio de Obras Públicas les hizo llegar observaciones que la empresa está subsanando desde el mes de febrero de este año.
Pintura, albañilería, electricidad, plomería y el arreglo de la malla perimetral son algunos de los trabajos que realiza la empresa constructora, además de la limpieza en general en todo el complejo.
Tapia ratificó que el aeropuerto no opera todavía por las observaciones que les hizo llegar el Ministerio de Obras Públicas tras la inauguración en octubre pasado.
Consultado sobre la fecha en la que concluirán los trabajos que realiza la empresa, puntualizó que están a punto de acabar los mismos y que requieren de un par de días más para entregar el aeropuerto al Ministerio de Obras Públicas.
Otro detalle que falta en el aeropuerto es la provisión de la energía eléctrica para realizar los ensayos generales, una vez que los trabajos de refacción estén concluidos.
Por el momento, la empresa se abastece de electricidad con un motor.
Tapia señaló que en los trabajos de refacción se emplea a unas diez personas. A un inicio eran 20.
PEDIDO
El director ejecutivo de la Mancomunidad del Trópico puntualizó que como entidad realizaron el pedido a las empresas aéreas para que habiliten vuelos desde y hacia este aeropuerto, toda vez que ellos necesitan exportar su producción a países de Europa.
Cuando hubo algún problema de deslizamiento en la zona conocida como El Sillar, la Mancomunidad del Trópico tuvo que gestionar vuelos solidarios chárter para que la gente atrapada pueda viajar a sus destinos.
En el caso del transporte de carga, para exportar la fruta a Europa, Cadima señaló que como Mancomunidad plantearon la habilitación de dos naves Hércules, de modo que se pueda llevar al exterior el banano y el palmito que son dos de sus productos más importantes.
“Sin embargo, a nosotros nos dijeron que primero el aeropuerto tiene que cumplir todavía algunas normas internacionales”.
Cadima resaltó que una vez que el aeropuerto funcione, los productores de banano y palmito podrán firmar contrato de venta con el exterior porque se tendrá un medio de transporte asegurado.
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