Con el grito que dice: bo, bo, bo; li, li, li; via, via via; viva Bolivia..., decenas de miles de bolivianos dieron la bienvenida al papa Francisco, que llegó en el avión de Boliviana de Aviación (BoA) 737-700, que pisó suelo boliviano a las 17.11, luego de sobrevolar el santuario de Copacabana.
En la terminal aérea, el Papa era esperado por el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, además de ministros de Estado, autoridades departamentales, municipales, dirigentes de las organizaciones sociales y una inmensa multitud de fieles que aguardaron su arribo desde la madrugada de ayer.
Mientras el avión carreteaba por la pista, a las 17.15, el presidente Evo y las autoridades caminaban rumbo al lugar definido para que el Papa baje de la nave, mientras la multitud gritaba “Francisco..., amigo..., Bolivia está contigo...”.
A las 17.23, la escalerilla se acercó a la nave y se apegó a la puerta, que un minuto más tarde se abrió para que desciendan algunas autoridades del Vaticano.
A las 17.25, el canciller del Estado Plurinacional, David Choquehuanca, cumpliendo el protocolo, subió al avión para saludar al Papa e invitarlo a que descienda. Un minuto más tarde, bajó la autoridad boliviana.
Precisamente a las 17.26, Francisco apareció en la puerta de la nave con un abrigo blanco y el tradicional solideo en la cabeza. Luego de saludar brevemente con la mano, bajó y piso suelo boliviano a las 17.27.
Fue precisamente el presidente Evo Morales el primero en acudir a su encuentro para saludarle y colocarle en el cuello una tradicional chuspa tejida a mano, que generalmente se utiliza para llevar la coca para el acullico.
Luego, el Papa comenzó a saludar a las demás autoridades, entre ellas al Vicepresidente del Estado Plurinacional y a su esposa, Claudia Fernández, además de recibir varios presentes, entre ellos un poncho de alpaca que comenzó a utilizar para combatir el frío invernal del altiplano.
A las 17.30, tres oficiales del Regimiento Primero de Infantería Colorados de Bolivia Escolta Presidencial le rindieron los honores en su calidad de Jefe de Estado del Vaticano.
El Vicario de Cristo también saludó a varios niños, quienes acudieron a recibirlo vistiendo trajes típicos de todas las regiones del país. Uno de ellos, vestido de machetero, se tomó una selfie con el ilustre visitante, imagen que pocos minutos después daba la vuelta al mundo.
Luego se entonaron los himnos de Bolivia, con instrumentos originarios, y del Vaticano con la banda de los Colorados.
A las 17.41, Francisco comenzó a caminar con el Presidente rumbo al altar preparado para el acto de bienvenida, en medio de un mar de gente que lloraba y gritaba.
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