El primer vuelo alrededor del mundo en un avión solar podría producirse en 2013, según dijo hoy el iniciador y presidente del proyecto Solar Impulse, Bertrand Piccard, quien ya ha logrado volar con este tipo de aeroplanos un día y una noche completos y ahora construye un nuevo aparato más ligero.
Piccard hizo este anuncio durante la presentación de la V Conferencia Mundial sobre Conversión de Energía Fotovoltaica (WCPEC), que se celebra desde hoy hasta el próximo miércoles en las instalaciones de Feria Valencia, en esta ciudad del este de España.
"El avión funciona, está finalizado y es capaz de volar de día y de noche gracias a unas baterías que alimentan cuatro motores eléctricos y que se recargan con el sol. Es posible que en un par de años podamos cruzar el océano Atlántico y que en 2013 seamos capaces de dar una vuelta completa al mundo", explicó.
El primer avión solar con el que Piccard ha conseguido volar día y noche tiene una envergadura de 64 metros, similar a la de un Airbus 340, un peso parecido al de un automóvil, unos 1.600 kilos, y es capaz de volar a 9.000 metros de altitud.
"Ahora estamos construyendo un segundo avión, con el que pretendemos dar la vuelta al mundo, con una cabina más grande y más ligero", añadió.
Pero pese a lo avanzado del proyecto, este psiquiatra suizo responsable del proyecto Solar Impulse reconoce que "es una locura pensar que en estos momentos esta tecnología pueda aplicarse en la aviación comercial".
Sin embargo, Piccard comparó los primeros vuelos solares con la hazaña de Charles Lindberg en 1927 (primer vuelo transatlántico).
"Hoy el vuelo solar lo realiza un solo piloto en una aeronave cargada de baterías, como aquel lo realizó una persona en un avión completamente lleno de gasolina", dijo.
"Debemos mantener la puerta abierta a la evolución.
Afortunadamente la aviación civil entiende que supone un gran derroche los vuelos actuales, donde se necesita combustible hasta para enfriar el whisky de los pasajeros, es insostenible desde el punto de vista energético", señaló.
Por ello, Piccard abogó por la unión "de quienes creen en esto" para "plantear una revolución en la mente de las personas y la forma en la que entienden las energías renovables".
"Quizá la energía solar permita producir hidrógeno y en un futuro podamos llevar pasajeros a bordo", apuntó Piccard, quien aplaudió la decisión de la IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional) de colaborar en su proyecto.
Cuando arrancó este proyecto, en 2003, "pensamos que lo podríamos completar en 2009. Sin embargo, necesitamos dos años para encontrar socios y formar el equipo, y no empezamos a diseñar el avión hasta 2006. Creo que si finalmente completamos la vuelta al mundo en 2013 el plazo habrá sido aceptable", afirmó el investigador.
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