El actual director del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) Marcelo Goldmann difundió ayer un memorial remitido al juzgado primero de partido de Trabajo y Seguridad Social en el que pide se deje sin efecto una orden de apremio en su contra en un proceso seguido por ex trabajadores por beneficios sociales y propone el remate de bienes de la aerolínea.
En el documento, el ejecutivo del LAB se refiere a un auto del 6 de abril de 2009 que instruye un mandamiento de apremio contra el gerente general de la empresa, Carlos Cortez, por la demanda de cobro de beneficios de Jose Bernard Zeballos Macías, Charles Josué Vargas Tapia y otros.
En el memorial, Goldmann presenta una valuación de los bienes inmuebles del LAB, realizado por la firma Architec, que indica que hasta el 21 de abril de 2008, “la empresa Lloyd Aéreo Boliviano tiene, en la República de Bolivia, inmuebles y construcciones por un valor superior a 91 millones de dólares americanos equivalente a por lo menos 630 millones de bolivianos”.
Ese monto no contaría el valor de todos los bienes muebles entre nueve aviones, herramientas, hangares y otros que sumarían 100 millones de bolivianos.
Goldmann argumenta que la deuda social del LAB no excede los 150 millones de bolivianos y que, por lo tanto, los bienes de la empresa la cubren.
“Insuficiencia de bienes”
El director del LAB, indica, tras presentar las cifras, que no existe, por lo tanto, “insuficiencia de bienes” en la empresa para cubrir la deuda por lo que no debería ser encarcelado.
“Por la presente y en mi calidad de Director solicito a su autoridad el embargo y posterior remate de cualquier inmueble que su autoridad elija, propiedad de la empresa, que cubra el monto adeudado”, agrega.
Niega representación legal
En el memorial dirigido al juzgado primero de partido de Trabajo y Seguridad Social, Goldmann señala además que su persona no accede a ser representante legal de la sociedad por ser miembro del Directorio.
“Como miembro del Comité Ejecutivo del Directorio del LAB, órgano colegiado de administración de la sociedad, sélo es posible la figura de representante legal siempre y cuando actúe con la participación de uno de los directores de mayoría, siendo cualquiera de los señores Raúl Rivero Adriázola, Milton Patiño Pérez o Franz Rivero Valda”, dice el ejecutivo.
Y agrega que “aprehenderme a mi solo, se constituiría en un abuso de autoridad que no quiero pensar que usted es capaz, ya que no se puede coaccionar a quien, por sí mismo, no tiene la capacidad de actuar como representante legal”, indica.
En el documento, el ejecutivo del LAB se refiere a un auto del 6 de abril de 2009 que instruye un mandamiento de apremio contra el gerente general de la empresa, Carlos Cortez, por la demanda de cobro de beneficios de Jose Bernard Zeballos Macías, Charles Josué Vargas Tapia y otros.
En el memorial, Goldmann presenta una valuación de los bienes inmuebles del LAB, realizado por la firma Architec, que indica que hasta el 21 de abril de 2008, “la empresa Lloyd Aéreo Boliviano tiene, en la República de Bolivia, inmuebles y construcciones por un valor superior a 91 millones de dólares americanos equivalente a por lo menos 630 millones de bolivianos”.
Ese monto no contaría el valor de todos los bienes muebles entre nueve aviones, herramientas, hangares y otros que sumarían 100 millones de bolivianos.
Goldmann argumenta que la deuda social del LAB no excede los 150 millones de bolivianos y que, por lo tanto, los bienes de la empresa la cubren.
“Insuficiencia de bienes”
El director del LAB, indica, tras presentar las cifras, que no existe, por lo tanto, “insuficiencia de bienes” en la empresa para cubrir la deuda por lo que no debería ser encarcelado.
“Por la presente y en mi calidad de Director solicito a su autoridad el embargo y posterior remate de cualquier inmueble que su autoridad elija, propiedad de la empresa, que cubra el monto adeudado”, agrega.
Niega representación legal
En el memorial dirigido al juzgado primero de partido de Trabajo y Seguridad Social, Goldmann señala además que su persona no accede a ser representante legal de la sociedad por ser miembro del Directorio.
“Como miembro del Comité Ejecutivo del Directorio del LAB, órgano colegiado de administración de la sociedad, sélo es posible la figura de representante legal siempre y cuando actúe con la participación de uno de los directores de mayoría, siendo cualquiera de los señores Raúl Rivero Adriázola, Milton Patiño Pérez o Franz Rivero Valda”, dice el ejecutivo.
Y agrega que “aprehenderme a mi solo, se constituiría en un abuso de autoridad que no quiero pensar que usted es capaz, ya que no se puede coaccionar a quien, por sí mismo, no tiene la capacidad de actuar como representante legal”, indica.
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