En Copacabana solo se escucha al viento fuerte y uno que otro vehículo que transita a la frontera con Perú. Una puerta de malla metálica con un candado es la muestra del abandono en el que está el aeropuerto Tito Yupanqui de ese municipio, en La Paz. La pista de aterrizaje, que casi llega a las orillas del lago Titicaca, está intacta, es que ningún vuelo comercial aterrizó en el aeródromo que fue inaugurado en julio de 2018. En ese sitio turístico piden que opere su aeródromo.
En Copacabana nadie se explica el por qué no opera su aeropuerto con vuelos regulares a pesar de que existe un buen flujo turístico en ese municipio. Evo Morales lo entregó el 11 de julio de 2018 y desde esa fecha solo recibió un avión militar. Luego, ninguna empresa aérea -incluida la estatal Boliviana de Aviación (BoA)- se animó operar en el municipio turístico.
Hoy, este aeródromo solo funciona para vuelos de helicópteros. Una empresa dedicada al turismo utiliza el aeropuerto Tito Yupanqui para realizar vuelos de paseos turísticos en Copacabana. Gyro Adventure Bolivia es la empresa que realiza este servicio para los turistas que llegan a esta región. Esta agencia hace vuelos de 30 minutos y el paseo va desde el aeropuerto, la península de Copacabana, el calvario de ese municipio, una buena parte del lago Titicaca y las islas flotantes.
Oferta turística
Para acceder al paseo, los turistas extranjeros pagan 120 dólares, mientras que los bolivianos tienen un descuento y pagan 99 dólares por persona. Los recorridos están disponibles de jueves a domingo, desde las 06:00 hasta las 18:00.
En la torre de control y la central de pasajeros no hay trabajadores de limpieza y la pista se la ve intacta. A los alrededores del aeródromo hay sembradíos que los vecinos de la zona insertaron.
“No hay ningún vuelo. Dijeron que iba a ver conexión con Perú y Santa Cruz, pero no hay nada. Inauguraron y luego cerraron el aeropuerto sin decir nada”, afirmó Walter Choque, quien vive cerca al aeropuerto de Copacabana. Esta obra, que depende del Gobierno, está cerca de la frontera con Perú y costó Bs 45.300.000.
Otro caso es el del aeropuerto de Apolo, que depende de la Gobernación de La Paz. Huáscar Machicao, representante del Comité Cívico de Apolo, comentó que el aeropuerto de su municipio se convirtió en un terreno baldío lleno de arbustos. Se estrenó en 2018 y hoy no tiene operaciones regulares.
El extinto Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) hizo tres vuelos comerciales tras la inauguración y la pista no volvió a operar. Machicao lleva un conteo de más de diez inspecciones realizadas por autoridades de la Gobernación de La Paz, del Ministerio de Obras Públicas y los residentes del municipio. En el último tiempo hubo vuelos solidarios.
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