La gestión del avión presidencial costará al menos 55.814 bolivianos por día. Esta cifra es un promedio que resulta de la división entre 365 días de los 20.372.358 bolivianos que se asignó para ese fin al Ministerio de la Presidencia en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2018.
Esto quiere decir que mensualmente el funcionamiento de la aeronave representará un gasto de 1.697.696 bolivianos.
El monto es similar al asignado en los anteriores tres años (2015-2017). En 2014, la asignación para el funcionamiento de la nave fue de 16 millones de bolivianos (ver gráfica).
“Este presupuesto que están utilizando para la gestión del avión presidencial es un presupuesto artificial, porque todos sabemos lo imprevisible que es el Presidente, es capaz de utilizar el avión presidencial hasta para ir a Oruro, eso es un gasto grande”, opinó al respecto el experto en seguridad y defensa Samuel Montaño.
El viernes 2 de julio de 2010, el Presidente recibió en el aeropuerto de El Alto un avión Falcon 900EX, de fabricación francesa, que fue adquirido por 38,7 millones de dólares.
“El avión Falcon es un avión carísimo de operar, es de lujo prácticamente, y rompe con toda la norma de los aviones presidenciales de América Latina. Entonces, con 20 millones de bolivianos me parece que nos están ocultando información o nos están dando el precio mínimo”, añadió Montaño.
Según el experto, uno de los gastos más onerosos para el funcionamiento de un artefacto de este tipo es el combustible.
“En lo que más se gasta es en el combustible, en segundo lugar, el mantenimiento del aparato y, tercero, el personal”, señaló.
Montaño sostuvo que la nave está en poder de la Fuerza Aérea y tendrían que ser sus pilotos los que la conduzcan. “Este personal debería estar dentro del presupuesto militar y no en el presupuesto presidencial”, dijo.
En cambio, para el exsuperintedente de Transportes, Wilson Villarroel, el dinero destinado al funcionamiento de la aeronave se ajusta a los gastos que implica tener un artefacto de este tipo.
“Desde el punto de vista técnico son gastos que eran de esperarse y esto ocurre desde que se compró el avión, a tal punto que artistas que han tenido ingresos muy notables no han podido comprar un avión de estas características”, manifestó el exfuncionario de Transportes.
Villarroel apuntó que además del combustible, el mantenimiento y personal asignado al avión presidencial es en lo que más se gasta. “El tema del combustible puede tener alguna incidencia, pero yo pienso que esta aeronave necesita personal permanente, con pilotos, técnicos, mecánicos, personal de tierra y eso incrementa notablemente los costos de operación”, dijo.
Para el diputado por Unidad Demócrata (UD), Wilson Santamaría, el dinero presupuestado para el funcionamiento de la aeronave presidencial en 2018 es “excesivo”. “Hay presidentes que han decidido suprimir el uso del avión presidencial, aquí no sólo hay uno, hay tres que están bajo la dependencia de Palacio de Gobierno, con los que se traslada el Presidente, el Vicepresidente y hasta el Ministro de la Presidencia, para sus labores en representación”, subrayó.
El senador opositor Arturo Murillo coincidió en que el pago al personal que atiende el avión presidencial es lo más fuerte del gasto, fuera de la operación y mantenimiento del Falcon.
“Tenemos presupuestados más de 20 millones de bolivianos para el funcionamiento del avión presidencial, pero ahí no está el salario del piloto, de los guardaespaldas, pago de aeropuertos internacionales. Solamente es el gasto de funcionamiento, lo que muestra que Evo Morales es el presidente que más dinero ha despilfarrado en la historia de nuestro país”, observó.
Al ser consultado al respecto, Rubén Medinaceli, presidente de la Comisión de Política Económica del Senado, expresó que “no puede hablar” sin conocer el documento, a pesar de que el Presupuesto 2018 fue sometido a análisis y aprobación en Diputados y Senado.
Los grupos de gasto determinan el presupuesto
El presupuesto asignado para la gestión del avión presidencial está dividido en los grupos 2 y 3, que corresponden a Servicios no personales y Materiales y suministros, respectivamente.
En el grupo 2 se incluyen los gastos para atender pagos por la prestación de servicios de carácter no personal, como servicios básicos (agua, electricidad), alquileres, mantenimiento y reparación de equipos, y servicios profesionales como las consultorías, entre otros.
El grupo 3 comprende la adquisición de artículos, materiales y bienes que se consumen. Por ejemplo, el papel de escritorio, equipamiento militar, útiles de educación y otros similares.
En el caso del avión presidencial, el combustible, mantenimiento y repuestos de la aeronave corresponderían al grupo 2.
Los alimentos, servicios de catering y otros gastos estarían comprendidos en el grupo 3.
Para 2018, el grupo de Servicios no personales tiene asignados 13.863.600 bolivianos, mientras que para los Materiales y suministros se reservó la suma de 6.508.758 bolivianos.
Sólo en 2014 el presupuesto fue inferior al de las posteriores tres gestiones (16 millones bolivianos). En esa ocasión se destinó 9.786.000 bolivianos al grupo 2, y para el grupo 3 la suma de 6.214.000.
Además del avión, hay más gastos por los helicópteros
Además del avión presidencial, el presidente Evo Morales se transporta con frecuencia en los helicópteros de la Fuerza Aérea Boliviana.
Ante las críticas por el gasto que supone movilizarse en este tipo de vehículo, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que lo hace porque “no es vago” como otros expresidentes.
“Algunos han criticado qué hace el presidente Evo Morales en helicóptero. Trabaja, pues. No es como esos expresidentes jararancos (lagartos, en aymara)”, afirmó en un evento realizado el 10 de diciembre en El Alto.
Al respecto, el experto en seguridad y defensa Samuel Montaño dijo: “Los helicópteros de la Fuerza Aérea los utiliza todos los días, para todo y nada (...), los gastos no son un chiste”.
El experto consultado afirmó que el Presidente debería utilizar los automóviles de la Presidencia para realizar viajes cortos, en lugar de generar gastos con los helicópteros.
“Hay un helicóptero de la Fuerza Aérea que sube y baja todos los días para llevar al Presidente y ha habido voces de protesta de la misma Fuerza Aérea de que no puede ser que se abuse así de un helicóptero, bajo el pretexto de que el Presidente no puede usar la autopista porque está en reparación y porque hay congestionamiento”, aseveró.
Para el diputado Wilson Santamaría, hay otras necesidades más urgentes que destinar una gran cantidad de recursos a las naves presidenciales.
“Si se calcula lo que gasta en combustible para el helicóptero es otro gasto bastante alto, no es como para un Estado como el nuestro, que tiene que resolver problemáticas de salud, las necesidad de la gente”, manifestó.
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