El Gobierno reconoció ayer que sólo los aeropuertos con calificación internacional tienen carros bomberos y cumplen con todos los requerimientos para su operabilidad. El resto de las terminales áreas pequeñas, como el de Riberalta, donde una nave que se estrelló el domingo no recibió atención para sofocar el fuego, está en proceso de equipamiento.
"Tenemos aeropuertos internacionales y todos ellos tienen ese tipo de apoyo (carros bomberos) y estamos hablando de las capitales de los nueve departamentos. Luego hay otro tipo de aeropuertos así de importantes como de Riberalta que estamos trabajando para dotar de todos los equipos. No sólo el carro de bomberos, sino el sistema que permita el aterrizaje y decolar en condiciones normales”, informó ayer el ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.
Añadió que cuando hay estas carencias se las comunica. "La aerolínea y el piloto aceptan las condiciones de ese aeropuerto y saben que deben tomar todas las precauciones necesarias”, manifestó.
El fin de semana, un avión de la empresa Aerocon se estrelló en la pista de Riberalta y ocho de las 18 personas que viajaban perdieron la vida. Uno de los pasajeros sobrevivientes, Luis Alberto Suárez, declaró que el fuego, y no el impacto, acabó con la vida de las ocho personas. "Si hubiéramos tenido carro bombero no hubiera habido muertos”, relató.
Al respecto, Sánchez indicó que la compra de un vehículo contra incendios se realizó en febrero pasado y recién llegará en diciembre. "Se hace el encargo para su construcción y el tiempo de entrega es de un año. AASANA hizo gestiones y este carro (para el aeropuerto de Riberalta) debe llegar los primeros días de diciembre”, subrayó. Además, reconoció que "si hay bomberos y no hay carro no pasa nada. Lamentablemente (el vehículo) llegará después del accidente”.
El director de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), Félix Tapia, explicó el lunes que en 26 aeropuertos de las ciudades intermedias del país no se tienen carros bomberos. Esto se debe a la falta de recursos económicos porque el 50% de lo que generan se va al pago de sueldos.
Además, para la compra de cada uno de estos motorizados se requieren al menos 800 mil dólares, y el salario de los cuatro operadores ascendería al menos a 20.000 bolivianos al mes, detalló.
El jefe de las pistas de aterrizaje del Servicios de Aeropuertos en Bolivia (SABSA), Javier Barrios, dijo que sólo las pistas áreas ubicadas en las ciudades del eje central tienen cuatro carros bomberos.
Uno está en El Alto de La Paz y otro en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba.
Asimismo, existen dos vehículos en Viru Viru de Santa Cruz, junto con una ambulancia para emergencias médicas.
Gobierno afirma que invirtió $us 260 millones
En los últimos ocho años se invirtieron alrededor de 260 millones de dólares en la construcción, ampliación y mejora de los aeropuertos del país, informó ayer el ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.
"Se han invertido y se está invirtiendo en la construcción de nuevos aeropuertos con 231 millones de dólares; AASANA también hizo inversiones importantes en el equipamiento”, explicó la autoridad del área.
En detalle se refirió a que en equipamiento esa entidad ejecutó 12 millones de dólares; en la compra de carros bomberos 2,6 millones de dólares, uno será para Riberalta pero llegará en diciembre próximo.
En la construcción y el equipamiento aeronáutico la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) invirtió 9,6 millones de dólares. "Se inauguró el edificio donde se capacita a los controladores de los futuros aeropuertos”, explicó Sánchez.
También está previsto contar con un equipo de simulación de control de aeropuertos hasta fin de año. Éste tiene un valor de 1,8 millones de dólares y cuando funcione los técnicos de la DGAC ya no deberán viajar a Estados Unidos u otro país para continuar su capacitación.
Adicionalmente se comprarán aviones para la DGAC destinados a cumplir tareas específicas de testeo de cada uno de los aeropuertos. "Ellos verificarán los radares y todos los equipos para que funcionen correctamente. Si los equipos que existen montados en los distintos aeropuertos no dan señales claras y la información no es correcta, podría generar más problemas”, agregó el ministro de Obras Públicas.
También se requieren aviones pequeños para controlar los aeropuertos pequeños del oriente.
Además, Sánchez detalló que se solicita un crédito de 75 millones de dólares para mejorar y ampliar los aeropuertos de Cobija y Trinidad; asimismo, las gobernaciones de los departamentos de Pando, Oruro y Potosí están destinando recursos como contraparte.
Sin agua, golpeaban con ramas el fuego del avión
Sin bomberos ni equipos de auxilio, vecinos de Riberalta actuaron como rescatistas y golpeaban con ramas el fuego que consumía el avión y la vida de sus tripulantes, relataron ayer sobrevivientes y testigos de la tragedia que dejó ocho muertos el domingo.
"¡Ayuda, ayuda!”, "¡apaga el fuego, apaga el fuego!”, se escucha gritar a una persona en uno de los videos grabados por lugareños, mientras otra instruye a gritos "¡con ramas, con ramas” y varias llegan con ramas de árboles y golpean el fuego que se extendía por las alas de la nave.
El domingo por la tarde, el avión Fairchild de la empresa privada Aerocon se prendió fuego tras aterrizar en el poblado de Riberalta, de unos 100 mil habitantes, en un aeropuerto doméstico que no contaba con servicios de emergencia. La asistencia que brindaron los pobladores fue caótica y desesperada, aunque clave para salvar a muchos de los 10 heridos que fueron trasladados a hospitales, según imágenes difundidas por los canales locales de televisión.
"Si hubiéramos tenido un carro bombero no hubiera habido muertos”, relató el médico Luis Alberto Suárez, uno de los sobrevivientes, al diario El Deber. "Sólo había fuego en el ala (cuando ocurrió el accidente) y humo donde estábamos nosotros. Entonces hubo tiempo suficiente para que se apagara el fuego y lograran sacar a la gente”, consideró. Ante el temor de que las llamas llegaran a los tanques de combustible, los esfuerzos para apagar el incendio se centraron sobre las alas, dijeron testigos.
La situación era caótica: los pasajeros tratando de salir del avión y los vecinos haciendo esfuerzos por auxiliarlos, aunque temerosos de que se produjera una explosión de magnitud. "La puerta de emergencia que está sobre el ala no se podía abrir, hasta que alguien logró abrirla y por ahí salieron cuatro”, comentó el médico Suárez.
"Con otro logramos abrir una ventana y por ahí salió una persona y después yo, pero la ventana era estrecha y cuando saqué la cabeza se me estaban quemando las piernas”, dijo. (AFP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario