“Realizó varios vuelos kamikases bajo perminencia de la DGAC, el 22 de agosto de Medellín a Santa Cruz, otro vuelo de Cochabamba a Medellín el 23 de octubre, y en ambos casos viajaba a límite de combustible, lamentablemente ha existido una suerte suicida porque en cualquier momento se iba a caer y aterrizaba con el tufo de la gasolina”, explicó.
El jurista dijo que existe documentación que certifica que la DGAC autorizó el vuelo siniestrado el 28 de noviembre y de los otros dos vuelos irregulares, en los que también se transportaron a equipos de fútbol.
Colque afirmó que esas pruebas exoneran a su defendida porque la misma no autorizó la salida de vuelos nacionales e internacionales y aclaró que su función sólo se limitaba a verificar el contenido de los planes de vuelo, ya que la “competencia de autorizar corresponde a la DGAC”.
Asimismo, informó que su defendida se presentó ante el Ministerio Público de Brasil, que también forma parte de la investigación de ese accidente aéreo, ocurrido el 28 de noviembre en Río Negro-Colombia. ABI.
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