Un desequilibrado desnuda inseguridad del aeropuerto

El trajín aeroportuario de madrugada fue quebrado por una persona que gritaba: “Incendio, incendio”, y que corría detrás de dos mujeres, una de ellas Nancy Cruz, que pedía agacharse a los pasajeros del área común del aeropuerto internacional de El Alto. La infortunada fue la primera en recibir las puñaladas de J. V. Cusi Aduviri, de 41 años, que en su desaforada carrera ocasionó heridas en otras 12 personas antes de ser reducido.

Así quedó al desnudo la frágil seguridad del segundo aeropuerto internacional del país. El agresor no encontró resistencia en su carrera, esta persona atravesó toda el área de pasajeros, desde el área de desembarco internacional hasta la sala de preembarque nacional, en la puerta 11 de esta terminal, repartiendo puñaladas contra quien se cruzara en su camino.

Pese a que el viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, dijo que hubo una reacción “inmediata” de la Policía y que redujo al atacante en dos minutos; las víctimas relataron que no hubo ningún policía o militar que detuviera al agresor, que recorrió unos 1.000 metros que separa a las dos áreas, nacional e internacional. Tuvo que ser un guardaespaldas de la Vicepresidencia, el teniente Jhonny Coronel, quien detuviera al agresor y luego otro oficial, junto con un funcionario de Boliviana de Aviación (BoA), redujo a Cusi.

Los heridos

De acuerdo con la nómina proporcionada por el viceministro Pérez, los heridos son Laura Rivera (31), María Condori (21), Beatriz Chura (41), Justina Suárez (65) y Trifania Carvajal (31), todas trasladadas al hospital Holandés de la ciudad de El Alto.

También el teniente Jhonny Coronel, Miriam Condori, Magda Carvajal, Luis Lino, Abel del Carpio y Nancy Cruz, esta última sometida a operación ayer. A estas 11 personas deben sumarse un pasajero que no revestía gravedad y prefirió abordar su vuelo y Elmer Miranda, que salvó la vida gracias a su computadora personal que utilizó como escudo. Por la noche, el agresor pidió perdón a las víctimas.

Sin control

EL DEBER constató ayer la ausencia de policías dentro de la terminal aérea, después de los hechos distribuyeron entre los conscriptos (muchachos de 17 años) bastones de madera; las autoridades de la Fuerza Aérea y de la Policía deslindaron cualquier responsabilidad en los hechos y prometieron mejorar la seguridad