Gastón Rivero Serrano (41), piloto con 10 años de experiencia, señaló que cuando se percató del desperfecto apagó el motor para evitar un posible incendio y empezó a buscar un terreno apto para ejecutar un aterrizaje forzoso.
A 140 kilómetros por hora
Rivero decidió aterrizar en un descampado de la hacienda Jorori, que está en dirección de la localidad de Paurito.
Gracias a la pericia del piloto, la aeronave, que descendió a más de 130 kilómetros por hora, solamente sufrió daños en su estructura y no provocó ninguna lesión en los ocupantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario