"Nadie se supo lo que estaba pasando, todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el piloto ya lo había anunciado y estábamos esperando eso", afirmó Tumiri hoy en conferencia de prensa.
“Las veces que yo he volado con LaMia, llegábamos primero a Cobija para reabastecer combustible y luego directo Medellín (…). Yo solamente hice mi trabajo y seguí las instrucciones. Yo hice cargar el tanque a full e hice facturar hasta Cobija (…). Conmigo es la primera vez que se fue así directo hasta Medellín”, agregó.
Por otro lado, indicó que "todo fue muy rápido, de un momento a otro vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia".
Asimismo, desmintió las versiones que aseguraban que tuvo tiempo de ponerse en posición fetal para intentar salvar su vida. También dijo que es falso el testimonio que afirma que algunos tripulantes gritaban por sus vidas.
"Ni me puse en medio de maletas ni hubo gente gritando levantándose de sus sillas como dijeron por ahí", aseveró.
Entretanto, el reporte del médico, José Manuel Arrieta, indica que la evolución de Tumiri es favorable y que será dado de alta las primeras horas de mañana.
“Al tratarse de un accidente aéreo, esperábamos recibir un paciente en muy mal estado, él está muy bien ya que incluso tiene un contacto constante con su familia y sus amigos”, informó el galeno.
El siniestro aéreo causó la muerte de 71 de los 77 pasajeros, entre ellos 19 jugadores, miembros del cuerpo técnico, directivos del brasileño Chapecoense, varios periodistas y los tripulantes del avión. Este club debía disputar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional.
Sobrevivieron seis personas: los futbolistas brasileños Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto, el periodista Rafael Valmorbida Henzel y los dos bolivianos: Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
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