lunes, mayo 16, 2016

Cierre de terminal aérea afecta a vecinos del luga


DATOS

El aeropuerto Juana Azurduy de Padilla situado al norte de Sucre, sobre la explanada de Lajastambo funciona desde 1976. Hasta hace un par de días recibía unas 2.500 personas al día, acogía 13 vuelos diarios.

Se desconoce a ciencia cierta el futuro que tendrá la infraestructura del aeropuerto Juana Azurduy de Padilla, ahora que iniciaron las operaciones aéreas en Alcantarí. Los propietarios de negocios gastronómicos situados frente a la terminal aérea ya sienten los efectos del traslado, dicen que perdieron entre un 20 y 25 por ciento de sus ventas; otros criticaron el acarreo de todo el mobiliario y equipamiento del lugar, recordando que meses atrás el Gobierno se comprometió a dejar todo intacto en dicha infraestructura.

La vecina Carmela Camacho aseguró que el traslado del aeropuerto afecta de una forma u otra a todos los vecinos del lugar porque la terminal aérea generaba movimiento económico beneficiando a varias familias.

Los que más ingresos aportaban en los negocios y tiendas de barrio eran los taxistas y conductores de vehículos que llevaban o recogían a los pasajeros, así como al personal del aeropuerto y de los Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA). “El transporte se redujo, ya no es como antes”, manifestó Camacho.

Otro vecino dijo que están descontentos con el desmantelamiento del aeropuerto. “Decían que no iban a tocar nada del aeropuerto pero creo que hasta las escobas se han llevado, no han dejado nada. Entonces cómo va a funcionar, porque decían que el TAM y EcoJet que tienen aviones pequeños se iban a quedar. Según el Presidente sólo iban a sacar un carro bombero y ni un alfiler más, pero en la realidad no es así”, protestó.

Carmen Medrano del restaurante La Media Naranja aseguró que las ventas se redujeron en un 25%. “Pese a que sólo vendemos los fines de semana se nota la ausencia de la gente. Yo pienso que se debe dar un buen uso al aeropuerto para que los barrios circundantes no quedemos abandonados”.
El debate sobre el futuro del aeropuerto Juana Azurduy inició en 2015, por iniciativa de legisladores chuquisaqueños que, mediante minutas de comunicación, demandaron a las autoridades regionales y nacionales tomar cartas en el asunto.

Manifestaron varias alternativas para evitar que la terminal aérea se convierta en un elefante blanco sin utilidad práctica para la región.
Por el momento las instalaciones del Juana Azurduy están vacías y la infraestructura es resguardada por efectivos de la Fuerza Aérea.
El director nacional de AASANA, Tito Gandarillas, informó que el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla continuará funcionando como terminal de emergencia y que su custodia estará a cargo de la Fuerza Aérea Boliviana.

Manifestó que uno de los propósitos de la FAB es crear un liceo militar de aeronáutica, así Sucre se beneficiará con la formación de futuros pilotos militares y civiles.

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