domingo, junio 28, 2009

Competencia desleal en mercado aeronáutico nacional por el apoyo económico estatal

La competencia en el mercado aeronáutico es saludable y beneficia a los pasajeros, pero el aval económico que otorga el Tesoro General de la Nación (TGN) a BoA provoca una rivalidad desleal con las otras operadoras.

Además, antes que ingrese a operar la empresa estatal, representantes de otras compañías informaron a la ex Superintendencia de Transportes sobre el mercado aeronáutico, que no tenían espacio para otro operador, independientemente de que fuera privado o público.

El mercado aeronáutico en Bolivia se mantiene independientemente de las empresas aéreas que ingresen en éste. Se informó que se tiene 1.300.000 asientos demandados en la actualidad.

Antes había 1.900.000 de asientos ofertados por año, lo que significaba que el mercado estaba servido y no requería de un nuevo operador, dijo Oscar Vargas, vicepresidente Ejecutivo Regional de AeroSur en La Paz.

Precedentemente al ingreso de BoA al mercado nacional, las autoridades nacionales anunciaron que ésta trabajaría con pérdidas, y que recibiría un fuerte respaldo económico del TGN.

Sin embargo, las pérdidas que genera la línea estatal son costeadas con los impuestos de los bolivianos. Se fijo un presupuesto de 15 millones de dólares. El 2008 casi se gastó la mitad y para esta gestión utilizarán el resto de los recursos.

Vargas sostiene que el mercado está saturado, y que el ingreso de BoA sólo ha restado pasajeros a las otras operadoras, como AeroSur, Aerocom, Tam y Amaszonas.

Calificó como error la decisión de la ex Superintendencia de Transporte al permitir terminar el proyecto de la línea BoA, y autorizar sus operaciones en el mercado nacional.

“Al no existir incremento de pasajeros simplemente se dividen los pasajeros que tienen las otras aerolíneas”, señaló el ejecutivo de AeroSur.

RENTABLE

Para hacer rentable una línea aérea debe encontrar el punto de equilibrio en la recepción de pasajeros, de lo contrario, estaría operando a pérdida y genera una competencia desleal.

Por ejemplo si los aviones de BoA tienen capacidad para 144 personas, por lo menos deben volar con 90 pasajeros para evitar pérdidas.

En abril BoA trasladó en promedio a 31 pasajeros mensuales, en mayo entre 48 a 58, pero con la tarifa del 2 por 1, por lo que en la práctica sólo representaría 30 personas que pagaron su boleto.

“Vuela muy por debajo de punto de equilibrio”, dijo y señaló que el mercado para AeroSur se ha reducido en 15 pasajeros.

A pesar de ello asegura que AeroSur vuela todavía por encima del punto de equilibro, y no experimenta pérdidas, sino utilidades, pero hay reducción de ingresos.

La línea aérea privada vuela en promedio con 100 pasajeros, mientras BoA sólo lo hace con 40. La explicación se da porque el mercado nacional no da para que las dos líneas puedan volar con 100 personas.

“Si fuera así, son rentables, pero esta situación no es factible por el tamaño del mercado. Por eso los pasajeros deben comprender el problema que se enfrenta en un mercado que no permite que las dos líneas aéreas operen con 100 pasajeros y sean rentables”.

AeroSur no tiene ese colchón financiero de BoA. Y el apoyo que da el Gobierno sólo provoca una competencia desleal.

“Operar a pérdida y provocar que pasajeros se vayan a la otra empresa para quebrar a la competencia se llama ‘dumping’, lo que es penado por las leyes nacionales, y también es una muestra de la competencia desleal”.

Ahora sólo se espera que la Autoridad de Fiscalización de Transportes y Telecomunicaciones haga una evaluación de la actual situación del mercado nacional.

Finalmente, Vargas, ante ese panorama incierto para los emprendimientos privados, dijo que AeroSur no reducirá sus tarifas y que apuesta a la calidad y a las promociones que realiza para seguir en carrera, pese a la competencia injusta.

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