martes, abril 01, 2008

Avión cae de frente cerca del aeropuerto de la Llajta





Un avión Cessna 206 de la empresa Mano a Mano y con matrícula CP-2295 acabó “clavado” ayer en medio de una cancha deportiva cercana al antiguo aeropuerto Jorge Wilstermann, de Cochabamba, pero no se lamentaron daños personales, pues el único tripulante (el piloto) salió con heridas de poca gravedad.

La aeronave se estrelló tras perder altura rápidamente, pero antes de precipitarse chocó con una red de cables de energía eléctrica de baja tensión, el follaje de dos árboles, un tablero de básquet y un arco metálico de fútbol de salón, contaron testigos y el comandante de la II Brigada Aérea, Rubén Orellana.

El avión se preparaba para aterrizar en la cabecera dos del aeropuerto, cerca de las 16.00 de ayer, cuando se precipitó a tierra ante la mirada de decenas de vecinos que observaron asustados cómo el aparato se descontrolaba en el aire y, antes de estrellarse, hacía dos piruetas sin poder recorrer los cerca de 2.000 metros que le faltaban para alcanzar la pista de aterrizaje.

Antes de estrellarse, la nave perdió gran parte de su ala izquierda, que acabó engarzada al arco de fútbol de salón. Pese al desperfecto, continuó con su aterrizaje forzoso hasta acabar en posición vertical, con la nariz semienterrada y la cabina hecha añicos, en plena cancha.

Tras el impacto, el piloto canadiense que maniobraba la máquina, Eduardo Black (40), salió a prisa del avión y alcanzó a hacer algunas señas para que los testigos y curiosos del accidente se alejaran, pues temía que la aeronave explotara, contó Luisa, una vecina de la avenida Killmann.

“Parecía como mareado o tontito y nos decía que no vayamos. Su casco se ha destrozado y luego han llegado los de SABSA y le echaron espuma a la avioneta”, dijo Julia, una niña de 11 años que vio cómo la aeronave chocó.

El piloto, el único tripulante, sufrió heridas cortantes en los brazos y rasmilladuras en la cara, pero, según el informe del Comando de la II Brigada, nada que comprometiera su vida.

Las causas del accidente están en investigación y sólo se conoce que el piloto alcanzó a reportar por radio que había perdido el control de la nave. Las averiguaciones están a cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y no se descarta que el percance se haya debido a una falla humana o mecánica.

La nave realizaba un vuelo local y, aunque está diseñada para turismo, entrenamiento y uso personal, aún no se conoce qué hacía antes de caer. En principio se creyó que el piloto, quien además es instructor de vuelo, tuvo que maniobrar porque se quedó sin combustible. Empero, los rescatistas retiraron una sustancial cantidad del tanque de la máquina poco después del accidente. Algunos vecinos de las avenidas 6 de Agosto y Killmann denunciaron que en la mañana algunas aeronaves similares estuvieron volando a poca altura.

DETALLES

El accidente movilizó a la Fuerza Aérea Boliviana, SABSA, SAR-Bolivia y SAR-FAB.

Además se hicieron presentes en el lugar de los hechos los Bomberos y la Policía.

También acudió personal de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (ELFEC).

La compañía tuvo que reparar los daños en el cableado ocasionados por la aeronave.

Los barrios adyacentes a la avenida Killmann se quedaron sin luz por por casi una hora.

En lo que va del año, es la tercera vez que una aeronave sufre un percance.

La primera fue una nave del LAB que aterrizó a la fuerza en Trinidad.

Luego, una aeronave de AeroSur sufrió un percance cuando aterrizaba en El Alto.

Similar suerte corrió un avión del Transporte Aéreo Boliviano en el mismo aeropuerto.

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